sábado, noviembre 21, 2009

La grasa humana es buena para el cutis






O al menos eso parecen pensar unos vivarachos "campesinos" peruanos, a quienes detuvo la policía por estar inmersos en el delito de homicidio y tráfico de sustancias de origen humano. (Ese último delito no sé si existe en algún código penal, pero sería lo más adecuado para este particular caso)

Y es que Segundo Castillejos, Hilario Cudeña, y sus compinches, se encargaban de asesinar a campesinos de la zona de Taso Grande, para extraerles la grasa corporal y venderla posteriormente a compañías fabricantes de cosméticos, por no menos de 15.000 dólares por litro.
Estos desalmados han personificado magníficamente al pishtaco, unser mitológico que hace justamente eso: matar a los humanos para quitarles la grasa. Las autoridades estiman que han acabado con la vida de no menos de 60 habitantes de la zona, a quienes se daba por desaparecidos.

Diversos cirujanos plásticos han manifestado la inverosimilitud del supuesto uso de grasa humana para productos cosméticos y su alto precio, (d pues afirman que de ser así no botarían la grasa después de hacer liposucciones) . Cierto o no el uso afirmado por los sospechosos ya confesos, causa algo de intriga pensar que quizá el shampoo que que usaste esta mañana no tenía esencia de Jojova y caléndula, sino más bien un poquito de la panza de Abel Matos Aranda, la única víctima hasta el momento identificada.

1 comentario:

Filoctetas dijo...

Parecido al caso ocurrido en Galicia en el siglo XIX. Manuel Blanco Romasanta se llamaba nuestro sacamantecas. Se hizo una película y todo.