Sueños Rosa Parte 1

Siempre me han gustado las mismas cosas. Desde pequeña veía Nightmare on Elm Street y Punky Brewster y lo disfrutaba igual que lo disfruto ahora. Digamos que mis gustos no han cambiado mucho, se han diversificado pues hay algunas nuevas cosas que antes no había "descubierto" pero lo que realmente me gustaba hace un par de décadas, me sigue gustando ahora.



Mis gustos y aficiones iban de lo dark (cine e historias de horror) a lo pink ( jugar con barbie y ver arcoiris rainbowbrite). Hoy me reencuentro con algunas de mis aficiones y deseos más antiguos. El inigualable mundo de las muñecas. En mi infancia no conocí a las sombrías "Blythe" pero apenas las ví hace un par de años, he vuelto a mi infancia. Quizá resulten enigmáticas para algunos, quizá DEMASIADO enigmáticas, incluso intimidantes, pero no dejo de soñar con tener mi propia colección Blythe. No para guardarlas y esperar revenderlas dentro de unos años, sinó para cambiarles sus peinados, atuendos y fotografiarlas como un grupo de chicas con personalidad propia que no necesitan sonreir a una cámara para hacerse un nombre propio en el mundo.

Las Blythe surgieron en los 70 en Estados Unidos, pero fueron dejadas en el abandono posteriormente. Hace unos años, una fotógrafa de nombre Gina Garan publicó un libro con estas muñecas como protagonistas y eso fué lo que encendió la mecha en Japón. Takara compró los derechos y comenzaron a producirlas para el mercado asiático. Las Blythe clásicas son muy difíciles de encontrar y por eso sus precios son tan altos, hasta unos 1200$ por una muñeca, pero las Neo Blythe, japonesas de Takara no se quedan atrás. Sin embargo muchos coleccionistas, como mi amiga Natsuko, tienen la suerte de contar con innumerables niñas Blythe, cada una distinta y modificable al gusto de su propietaria.

Son un lujo, si, pero de pequeños lujos, está hecha la felicidad (o era al revés...?)